La autoestima comienza a conformarse en la familia.
Luego en la escuela a partir de las relaciones con sus pares y docentes recibirá una gran influencia.
Un niño, una niña que lleva su morral cargado de recursos, refuerzos positivos, dirigidos más hacia sus logros y menos hacia sus fracasos, el pequeño cargado de confianza, que aprendió en la familia como en la escuela a respetarse, aceptarse y amarse, estará listo para proyectarse en el futuro como una persona llena de posibilidades y éxitos y con plena conciencia de cual será su aporte a la humanidad.
Seguramente será una persona feliz.